un escrito de valores de una madre a sus hijos
Queridos hijos:
Escribo esta carta, por que se que no les viviré toda la vida, pero espero que la educación que su padre y yo les dimos, les perdure el resto de sus existencia, pues es lo mejor y único que podemos dejarles como herencia.
Hijos míos, recuerden siempre cuidar y respetar a las mujeres que los rodean, ya que una de esas mujeres, puede ser su madre, su hermana o su amiga, respétenlas como respeta a todo ser vivo que los rodea. Después de todo, la máxima de esta vida es "dar a otros lo que queremos recibir"
Sean ciudadanos sinceros, honestos y trabajadores, ya que esas son las cualidades que los llevaran al éxito. Siempre busquen llegar a su meta, pero por sus propios métodos, sin rebajar la dignidad de los que los rodean o ayudan. Tener ambiciones en la vida no es malo, pero perjudica cuando nos impide valorar como es debido nuestra familia, recuerden que el dinero, no llena ni sastiface nunca el vacio de amor que proporciona una familia.
Como último consejo, amados hijos, les pido, que aprendan de los errores de su padre y míos, no tropiecen en los mismos lugares en donde nosotros caímos, y en cambio ayuden a todos aquellos necesitados que los rodean, que el ser supremo los recompensara con creces.
Con afecto
Su madre
Escribo esta carta, por que se que no les viviré toda la vida, pero espero que la educación que su padre y yo les dimos, les perdure el resto de sus existencia, pues es lo mejor y único que podemos dejarles como herencia.
Hijos míos, recuerden siempre cuidar y respetar a las mujeres que los rodean, ya que una de esas mujeres, puede ser su madre, su hermana o su amiga, respétenlas como respeta a todo ser vivo que los rodea. Después de todo, la máxima de esta vida es "dar a otros lo que queremos recibir"
Sean ciudadanos sinceros, honestos y trabajadores, ya que esas son las cualidades que los llevaran al éxito. Siempre busquen llegar a su meta, pero por sus propios métodos, sin rebajar la dignidad de los que los rodean o ayudan. Tener ambiciones en la vida no es malo, pero perjudica cuando nos impide valorar como es debido nuestra familia, recuerden que el dinero, no llena ni sastiface nunca el vacio de amor que proporciona una familia.
Como último consejo, amados hijos, les pido, que aprendan de los errores de su padre y míos, no tropiecen en los mismos lugares en donde nosotros caímos, y en cambio ayuden a todos aquellos necesitados que los rodean, que el ser supremo los recompensara con creces.
Con afecto
Su madre
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