¿Que buscas entre las rocas?
¿Qué buscas entre los escombros?
¿Qué es eso, la causa de tu desesperación?
¿Dónde lo encontraras? ¿Dónde lo hallaras?
Te veo, como un loco, corriendo de un lado a otro
Rasgándote las ropas, entre las ramas de la maleza
Gritas desesperado, ¿acaso no vez la causa de tu dolor?
¿Por qué no alzas la vista? ¿Por qué no te das cuenta?
Buscas en los mares y en los océanos
En la luna y en la sangre sin descansar
No lo puedes creer, te sientes desfallar
La tenías a tu lado, y se te escapo
¿Es que todo era producto de tu imaginación?
Ven viajero, ven Escucha el lamento de la doncella
Ven viajera, ven, Escucha la historia que destila sabiduría
¿Y si no la encuentra? ¿Acaso no se acongoja tu alma?
Una historia tan lastimera, llena de odio y dolor
Y sin embargo, eso no le quita lo certera
Ven, amado mío, ¡encuéntrame! Se le oye sollozar
Me he refugiado donde hace su morada el águila
Hállame, encuéntrame ¿Qué no vez que necesito de ti?
Alza la vista, ve mi manto con el viento ondear
No huyo de ti, me escondo de mí, y de lo indigna que soy
Encuéntrame, muéstrame mi error, si es que lo hay
Pero la verdad es que ¡No soy digna de mi Señor, su majestad!
Son las palabras que el viento trae mezclados con la sal
No me importan las joyas, ni el oro o la plata
N0 quiero los vestidos, no quiero mas alhajas
Yo lo único que quiero es un poco de tu amor
Eso es lo único que deseo de mi hermoso Señor
Vine por vos, amado mío, la razón de mi existencia
Llegue a este mundo por usted la razón de mi alegría
No me aleje de su lado, que eso no sea la causa de mí sollozar
Este era el lamento de la doncella que solo sabia amar
Nací incompleta, nací con una solo parte de mí ser
Nací así para poderme fundir en un solo con él
Pero el, ya no tiene espacio en su corazón para mi
El me invita a reposar con el, no lo quiere entender
Me dicen que baile y que cante como antaño
Pero ya no puedo, soy quebradiza como las hojas de otoño
No escucho la música del violín, ni de la pandereta
Se ha marchado para no volver la sonrisa de mis labios
Ya no soy nada, ya que me perdido de mi otra mitad
No puedo ir más que por el mundo con mí sollozar
No se como olvidar, no se si el me querrá encontrar
Yo solo quiero reposar con él, donde esta mi hogar
¿Que voy a hacer con este amor?
No me odie mi Señor, no sienta ya el dolor
Viva su vida, que es lo que mi alma desea
Se escucha en el lamento de la doncella
Muchos pensamos que hay heridas imposibles de sanar,
No siempre las cosas son como debieran de ser
¿Porque llorar?, no te atormentes mas por mi
¿Porque sufrir así? Mi dulce doncella, estoy atrás de ti
Esas lagrimas, que el viento me llevo
Me han guiado hasta el lugar donde ahora estoy
No llores más mi pequeña, si vine por ti hoy
Te he buscado, me he caído y levantado
No se quien soy, no me abandones por favor
Me mata este dolor, el no sentirme dentro de ti
La inocencia de tu mirada, el candor de tus labios
Nunca, ya nunca quiero regresar a la soledad
¿Amada? ¿Preciosa? ¿Callas por temor o por rencor?
Pequeña doncella, MI doncella, ¿no quieres voltear?
¿Quieres que me marche de este lugar sin ti?
Podría dejar todo atrás menos dejarte de amar
¡Responde! Te lo suplico, dame una señal, ¿mi alma?
Amada mía, dime, por favor que aun me amas
Exclama que solo quieres en mis brazos regresar
Al calor de nuestro dulce hogar del que no te querras marchar
Un grito rompe el silencio de la fría y oscura noche
Un grito que desgarra hasta la más corrupta alma
No siente frío, ni oye algún sonido, solo siente temor
Aquel gran señor, que de la doncella se enamoro
Responde ¿Que vas a hacer cuando me veas marchar?
¿Cuándo veas que ya no estoy aquí? Con el alma en vilo exclamo
Le reprocha y solloza, aquel noble señor, que su corazón entrego
Y sin embargo, el viento el lamento de la doncella le llevo
Un bramido desde lo mas profundo de su ser surge
Tu belleza, tu inocencia, tu candor ¡malditas sean!
Si ya no duermes en las noches, tu solo puedes gemir
Reconoce que necesitas de mi cuerpo para poder dormir
Dime por que, ¿Por qué no quieres regresar a mi?
Anda, vamos, no seas terca, levántate de tu lecho
Nada dejan los reproches, corazón, deja todo atrás
Yo te cuidare, confía en mí y recuéstate en mi pecho
Dibuja una sonrisa como sabes o te amargaras…
Pero él ya lo sabia, desde que había gritado por vez primera
Desde que saboreo la sal que le traía aquel viento traicionero
Tuvo aquel mal presagio, desde que oyó su voz en la lejanía,
A los pies de la montaña la amada bañada en su sangre quedó
Desde el valle hasta la muerte, Desde una costa hasta la otra
Había recorrido medio mundo por ella, y por su mutuo amor
Pero ella no podía soportar su ausencia, no podía sobrevivir
El manto blanco que le regalara, de color rojo sangre lo encontró
La sangre de ella, que ahora se mezclara con las lágrimas de su señor
Aun se oye, el lamento de la doncella, en las noches oscuras y negras
Escucha con atención su canto y sentirás su dolor por la perdida del amor
Nada ha cambiado, ella sigue lamentando y él la sigue buscando
Se le oye cantar con su tierna y melodiosa voz, para guiarlo hasta ella
Y él de vez en cuando, levanta la vista ansioso por ver a su amor
Y desde lo lejos se escucha el sonido del lamento de la doncella
No quiero oro, yo no quiero nada más que el bello amor de mi señor
Ambos quieren olvidar, que él esta cuidando su cuerpo inerte
Que ella canta para vigilar el destino de su amado
Lenta y seductoramente lo aparta del camino de la muerte
Aunque eso solo prolongue aun mas el dolor de su pasión
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